Los novísimos

«Generación X» ¿Generación del caos? ¿Ciberpunks en fantasilandia? ¿Generación del crack, de la debacle nacional? ¿Milenaristas sin causa? ¿Apocalípticos integrados? ¿Realistas virtuales? ¿Adictos a la multimedia?” (Signos de arena, 109)

Rasgos principales

  1. Nacidos a partir de 1970, menores de 30 años. Publicados en editoriales locales y nacionales.
  2. No tienen rasgos todavía muy definidos.
  3. Individualismo exaltado, lo que acaba por hacerlos parecerse entre sí.
  4. Continúan con la contracultura, como enfoque y como material.
  5. Busca el público marginal de consumidores.
  6. Se distancian de la generación del 54.
  7. Presentan una disminución del afán contestatario, cierta indiferencia ante el marasmo del mundo: no al tema de la frontera.
  8. La realidad es menos apetecible.
  9. Hay un desdén hacia literaturizar el presente en que no creen que valga la pena, como lo ha definido Rafa Saavedra: «[s]ólo hay sitio en esta literatura para emociones extremas: el ocio y el odio, la displicencia y la ira, la catatonia del trance hipnótico y la violencia desatada, sin causa ni motivo. Una literatura de cuerpos que se atropellan unos a otros, de ideas tóxicas y pensamientos venenosos, radioactivos» (108)..

Género: la narrativa. Se destacan los textos breves, el aforismo, el cuento, la crónica personal sobre asuntos urbanos.

Intención: Picaduras irónicamente intrascendentes: de desolación, lascivia, conformistas. Los novísimos son hijos del ciberpunk y de las culturas alternativas (rock, multimedia, comic underground). Éstas les ofrecen un cobijo ante el desamparo ideológico de los años noventa. Se identifica «la fascinación por la violencia y el sexo». Lo importante no será el objeto del deseo sino el acto mismo de la fascinación, la experiencia de sentir tal necesidad. (video) (video 2).

Tono: volátil, efímero como la aldea global de internet.

Temas: Un catálogo de canciones de Kurt Cobain, el vocalista de Nirvana, ruido, muerte, incesto, suicidio, depresión, locura, sudor y vacío. También sarcasmo, agresividad, humor negro.

Patrones escriturales: Su punto de partida es el nuevo periodismo, no la literatura y su canon de obras consagradas, además del realismo sucio o literatura basura. Sus maestros son Carlos Monsiváis y Truman Capote, aunque lo nieguen o lo desconozcan. Entre los norteamericanos resaltan William Burrouglis y Charles Bukowsky, Douglas Copeland y William Gibson; y con respecto a las influencias nacionales allí están Nahief Yefya y Guillermo Fadanelli. Son un guión actualizado de la literatura de la onda José Agustín, Parménides Garcia Saldaña y del realismo sucio estadounidense de los años ochenta. En cuanto a las influencias locales, se mencionan con frecuencia a los literatos Roberto Castillo Udiarte, poeta coloquial, libertario; y Luis Humberto Crosthwaite, narrador irónico y guapachoso. (video)

Personajes: mezcla de decadentes finiseculares, volubles, patéticos, violentos y abúlicos. La saga del antihéroe milenarista en una realidad como tatuaje, como deterioro.

Figuras sobresalientes

Rafa Saavedra (Tijuana, 1967), el vocero mayor de esta generación. Esto no es una salida. Postcards de ocio y odio (1996) y Buten smiles (1997).

Ejival, Rastros de Carmín (1996).

Fran Illich Crónicas (Tijuana, 1975), Manifiesto.

Mario de la Cruz, cuentos.

Javier Fernández, Si tarda mucho mi ausencia (1993 cuentos; su idea de la frontera.

Javier González, Esto es lo que pienso de tí (1997).

Mauricio Hernández Ancera (Michoacán, 1973), Crímenes divinos (1973).

Alejandro Espinoza, Las visitas (1997), recopilación de sus cuentos. Premio estatal de literatura (1996) con sus textos esperpénticos.

Un poco mayores son: Luis Humberto Crosthwaite, Edmundo Lizardi o Regina Swain.

Poetas: Carlos Martínez (Ciudad de México, 1970), Alicia Montañez (1970), Juan José Angel (Guanajuato, 1970), Noe Carrillo Martínez (Tijuana, 1970), Miguel Angel Benítez (Puebla, 1971), Jorge Ortega (Mexicali, 1972) y Oscar Hernandez (1955).